Está claro que Albarracín es uno pueblo hermoso y fascinante: un entorno natural privilegiado en el cual el río Guadalaviar ha ido esculpiendo la roca formando escarpados meandros, y 1000 años de esfuerzo humano por vivir, protegerse y reinar en lo alto del peñasco. Albarracín es mucho más que el tópico de sus calles empinadas y casas de yeso rojo. Descubrir sus encantos os lo dejamos a vosotros, sagaces e inteligentes viajeros.
Pero una vez que decidáis cruzar de nuevo la muralla, os invitamos a que descubráis los secretos del ENTORNO DE ALBARRACÍN. En las proximidades y cercanías al núcleo amurallado podéis disfrutar de un acueducto romano en Gea, de las pinturas rupestres del Rodeno, de las máquinas de guerra del Trebuchet Park y del Museo de Juguetes en el Arrabal. Algo diferente, con lo que igual no contabais y que seguro os va encantar.
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